El desecho de cubrebocas, guantes de látex o nitrilo y caretas, utilizados por miles de ciudadanos durante la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2, se ha convertido en un nuevo problema de salud pública en la ciudad, ante la falta de campañas e información para la población en general sobre la disposición final de estos productos.

Quince meses después de que esta nueva enfermedad infecciosa llegó a la frontera y se impuso como reto a vencer, el inadecuado manejo de los residuos, utilizados a recomendación de las autoridades sanitarias para mitigar el contagio del coronavirus, significa otro riesgo a la salud, al ser cada vez más común encontrar este tipo de productos tirados sobre la vía pública. Algunos visibles en áreas cercanas a hospitales y clínicas, mientras que otros se pueden observar en predios baldíos, vialidades y zonas desérticas, lo que aumenta el peligro de contraer Covid-19 u otras enfermedades, explicaron especialistas.

En muchos países, los consumidores ya tienen la costumbre de llevar sus propias bolsas a las compras. Sin embargo, el uso de bolsas de plástico a nivel mundial no parece estar disminuyendo y cada año se usan alrededor de 500 mil millones de ellas. En general, se usan y se desechan, generando toneladas de basura cada día.

¿Qué sucede con los llamados plásticos biodegradables? Las bolsas del plástico que llamamos biodegradable están hechas de un tipo de polímeros que se desintegran en un período aproximado de 5 años, pero no todos los plásticos a los que llamamos biodegradables lo son. Algunos son fotodegradables y otros son oxodegradables.